Si seguís este blog ya sabréis que el día 14 de diciembre fui padre, desde entonces he tenido esto un poco abandonado, incluso he dejado el libro un poco de lado, necesito encontrar ese momento de calma e inspiración para poder escribir y ahora mismo no tengo tiempo para nada que no sea mi familia y el trabajo. Espero poder ponerme con él en breve y tenerlo listo para la primavera como tenia previsto.
El motivo de esta entrada, aunque parezca que es para excusarme no lo es, simplemente es para hablar de esa falta de tiempo, y es que el tiempo amig@s mí@s no tiene precio, y ahora que carezco de él me doy más cuenta que nunca.
Llevo varias semanas queriendo poner al día el blog, acabar entradas que tengo pendientes desde hace tiempo y por una cosa o por otra no consigo encontrar el momento, básicamente porque no dispongo de él.
Como bien dice el título de esta breve entrada, (ya que no dispongo de más tiempo para escribir en estos momentos), el tiempo no tiene precio, es por eso que no debemos posponer nada, ni dejarlo para mañana, porque quizá mañana aún dispongamos de menos rato que hoy, suena a tópico, pero no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy, y te aseguro que el que invento esa frase estaba en lo cierto.